¿Qué es una brecha de producción?
La brecha de producción es un término analítico económico que refleja la diferencia entre la producción industrial real y la producción potencial percibida. La gente suele calcular la brecha de producción como la desviación porcentual entre la producción industrial nacional y la producción esperada. La brecha de producción y el tamaño de la brecha de producción indican que la economía o la empresa tienen un desempeño deficiente y que los recursos productivos se están subutilizando o quedando desempleados.
Conclusiones clave
- Una brecha de producción es una desviación de la producción industrial real por debajo de la producción total potencial. Por lo general, se mide como un porcentaje de la capacidad de producción potencial total.
- Una gran brecha de productividad en una economía puede indicar una recesión inminente o inminente. Una gran brecha de producción en una empresa sugiere que la empresa tiene un rendimiento inferior.
- A nivel macroeconómico, la producción industrial y la utilización de la capacidad se utilizan para estimar una brecha de producción, que es similar a la tasa de desempleo en los mercados laborales.
- A nivel de empresa, el análisis de brechas se utiliza para detectar y abordar una brecha de producción.
Comprender la brecha de producción
Una brecha en la producción industrial por debajo de su capacidad industrial completa implica que algunos recursos productivos, especialmente los bienes de capital industriales, están inactivos y no se utilizan en su potencial. En términos macroeconómicos, esto solo puede indicar un desempeño económico viscoso o incluso una recesión económica. La Oficina Nacional de Investigación Económica utiliza la producción industrial como uno de sus indicadores mensuales clave del ciclo económico de EE. UU. Según la Reserva Federal de los EE. UU., La utilización total promedio a largo plazo de la capacidad industrial en los EE. UU. Es de aproximadamente 79,8%, lo que sugiere una brecha de producción normal de aproximadamente 20,2%. Esta brecha por lo general se ensancha drásticamente justo antes y durante los períodos de recesión económica y se amplía rápidamente cuando termina la recesión y entra la recuperación.
Por otro lado, la falta de una brecha en la producción industrial podría ser un signo de una economía sobrecalentada. Cuando no hay debilidad en la acción industrial, pueden comenzar los cuellos de botella de la cadena de suministro y la escasez de bienes intermedios. Así como una tasa normal de desempleo en una economía puede deberse a factores institucionales y de fricción normales, también puede haber una brecha de producción normal que no indique ningún peligro económico.
La medición de una brecha de producción en la producción industrial se puede utilizar en combinación con brechas en el producto interno bruto (PIB) y el desempleo para analizar la economía en su conjunto. Las inconsistencias entre las tres brechas pueden reflejar factores económicos del tiempo que están fuera de la norma. Por ejemplo, una economía que no muestra una gran brecha en el PIB o la producción industrial, pero tiene un alto desempleo, puede enfrentar una recesión.
Brechas de producción a nivel de empresa y análisis de brechas
En la gestión empresarial, el análisis de brechas implica comparar el desempeño real con el desempeño esperado o deseado. Si una empresa despilfarra o administra mal sus recursos, o no planifica inversiones sólidas, la empresa puede producir por debajo de su capacidad. El análisis de brechas identifica áreas de mejora a través de la evaluación, la documentación y la planificación estratégica para mejorar el desempeño de una empresa y cerrar la brecha entre el desempeño esperado y el desempeño real, la diferencia entre las necesidades y capacidades de una empresa.
Se podría hacer un análisis de cartera e identificar la necesidad de nuevas líneas de productos. El análisis de brechas puede identificar brechas en el mercado comparando las ganancias proyectadas con las ganancias deseadas. Las necesidades también pueden surgir a medida que cambian las tendencias de los consumidores y responden a las perturbaciones del mercado. En este último caso, surge una brecha entre lo que ofrecen los productos existentes y lo que demanda el consumidor. La empresa necesita llenar ese vacío para sobrevivir y crecer.