¿Qué es la conversión de moneda?
La conversión de moneda es la facilidad con la que la moneda de un país se puede convertir en oro u otra moneda. La conversión de moneda es importante para el comercio internacional porque los bienes de origen mundial deben pagarse en una moneda acordada que puede no ser la moneda nacional del comprador. Cuando un país tiene una conversión de moneda deficiente, lo que dificulta su cambio por otra moneda o reserva de valor, existe un riesgo y un impedimento para comerciar con países extranjeros que no necesitan la moneda nacional.
Comprensión de la conversión de moneda
La economía de un país suele estar correlacionada con la conversión de su moneda. Cuanto más fuerte sea una economía a escala global, más probable es que convierta su moneda a otras monedas importantes. Las restricciones gubernamentales pueden llevar a una conversión de moneda baja. Por ejemplo, un gobierno con pocas reservas de divisas extranjeras tiende a restringir la conversión de divisas porque ese gobierno no podría intervenir en el mercado de divisas (es decir, revaluación, valoración) para respaldar su propia moneda si fuera necesario.
Los países con una moneda poco convertible están en desventaja del comercio mundial porque aquellos con buenas conversiones no funcionan tan bien como las transacciones. Esta realidad impedirá que otros países comercian con ellos. Una mala conversión de divisas puede contribuir a un crecimiento económico más lento a medida que se pierden las oportunidades comerciales mundiales.
Conversión de moneda y controles de capital
Una buena conversión de moneda requiere un suministro de moneda física fácilmente disponible, razón por la cual algunos países imponen controles de capital sobre el dinero que sale de su país. A medida que las economías entran en recesión, los inversores a menudo buscarán inversiones en el extranjero o convertirán su dinero en una de las monedas más seguras del Salón. Para combatir esto y garantizar que el dinero no salga del país, algunos gobiernos han implementado controles para reducir la fuga de capitales durante las recesiones económicas.
Los controles de capital son más frecuentes en los países de mercados emergentes debido a la mayor incertidumbre en sus perspectivas económicas. Tras la crisis financiera asiática de 1997, muchos países de la región implementaron estrictos controles de capital para reducir la amenaza de quedarse sin moneda. Más tarde, Grecia implementó controles de capital en junio de 2015 para ralentizar las salidas de capital durante la crisis de la deuda griega y estos se mantuvieron en vigor hasta 2018. Estos controles limitaron la cantidad de dinero que podría retirarse del sistema bancario. Lo interesante de los controles griegos es que el país es miembro de la UE y usa el euro, por lo que los controles de capital realmente no interfirieron con la conversión de la moneda porque Grecia es solo una parte de las economías subyacentes al euro.