Al considerar una acción, los inversores siempre están buscando esa llave de oro que se puede encontrar al mirar los estados financieros de una empresa. Pero encontrar una empresa que cumpla todos los requisitos no es tan fácil.
Para evaluar con precisión la salud financiera y la sostenibilidad a largo plazo de una empresa, se deben considerar una serie de métricas financieras. Las cuatro áreas principales de salud financiera que deben examinarse son liquidez, solvencia, rentabilidad y eficiencia operativa. Sin embargo, de los cuatro, la mejor medida de la salud de una empresa es probablemente el nivel de rentabilidad.
Hay una serie de ratios financieros que pueden revisarse para medir la salud financiera general de una empresa y determinar la probabilidad de que la empresa continúe como un negocio viable. Los números independientes, como la deuda total o la ganancia neta, son menos significativos que los índices financieros que vinculan y comparan los distintos números en el balance o el estado de resultados de una empresa. La tendencia general de los ratios financieros, si están mejorando con el tiempo, también es una consideración importante.
Conclusiones clave
- No existe una manera perfecta de determinar la salud financiera de una empresa, y mucho menos la sostenibilidad, a pesar de los mejores esfuerzos de los inversores.
- Sin embargo, hay cuatro áreas críticas de bienestar financiero que pueden analizarse en busca de signos de fortaleza o vulnerabilidad.
- Las cuatro áreas a considerar son liquidez, solvencia, rentabilidad y eficiencia operativa.
- Los cuatro son importantes, pero la medida más importante de la salud financiera de una empresa es su rentabilidad.
Liquidez
La liquidez es un factor clave para evaluar la salud financiera subyacente de una empresa. La liquidez es la cantidad de efectivo y activos que se pueden convertir fácilmente en efectivo para que una empresa administre sus obligaciones de deuda a corto plazo. Antes de que una empresa pueda tener éxito a largo plazo, debe poder sobrevivir a corto plazo.
Las dos métricas más comunes que se utilizan para medir la liquidez son la razón corriente y la razón rápida. De estos dos, la relación rápida, a veces denominada prueba de fuego, es la medida más precisa. Esto se debe a que, al dividir los activos corrientes en pasivos corrientes, excluye el inventario de los activos y excluye la parte corriente de la deuda a largo plazo de los pasivos. Como tal, proporciona una señal más realista y práctica de la capacidad de una empresa para administrar obligaciones a corto plazo con efectivo y activos en la mano. Una relación rápida inferior a 1,0 es una señal de peligro, ya que muestra que los pasivos corrientes superan a los activos corrientes.
El margen de beneficio de referencia de una empresa es el mejor indicador de su salud financiera y viabilidad a largo plazo.
Solvencia
Está íntimamente ligado a la liquidez del concepto de solvencia, la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones de deuda de forma permanente, no solo a corto plazo. Los índices de solvencia calculan la deuda a largo plazo de una empresa en relación con sus activos o patrimonio.
La relación deuda-capital (D / E) suele ser un fuerte indicador de la sostenibilidad a largo plazo de una empresa porque proporciona una medida de la deuda frente al capital contable y, por lo tanto, también una medida del interés y la confianza de los inversores en la empresa. Una relación D / E más baja significa que la mayor parte de las operaciones de una empresa son financiadas por accionistas en lugar de acreedores. Esto es una ventaja para una empresa, ya que los accionistas no cobran intereses sobre la financiación que proporcionan.
Las relaciones D / E varían ampliamente entre industrias, pero independientemente del tipo específico de negocio, una tendencia a la baja en la relación D / E es una buena señal de que una empresa tiene una base financiera cada vez más sólida.
Eficiencia operacional
La eficiencia operativa de una empresa es fundamental para su éxito financiero. Su margen operativo es el mejor indicador de su eficiencia operativa. Esta métrica no solo muestra el margen de beneficio operativo subyacente de una empresa después de los costos variables de producción y comercialización de los productos o servicios de la empresa, sino que también proporciona una idea de qué tan bien la administración de la empresa controla los costos.
Una buena gestión es fundamental para la sostenibilidad a largo plazo de una empresa. Una buena gestión puede superar una serie de problemas temporales y una mala gestión puede conducir incluso a los negocios más prometedores.
Los ratios financieros se pueden utilizar para evaluar la salud general de una empresa; Los números independientes son menos útiles que los que comparan y contrastan números específicos en el balance general de una empresa, como las relaciones precio-ganancias (P / E) o deuda-capital (D / E).
Rentabilidad
Si bien la liquidez, la solvencia subyacente y la eficiencia operativa son factores importantes a considerar al valorar una empresa, el resultado final sigue siendo la línea de base de la empresa: su rentabilidad neta. De hecho, las empresas pueden vivir durante años sin ser rentables, operando con la buena voluntad de los acreedores e inversores, pero para sobrevivir a largo plazo, una empresa debe, en última instancia, lograr y mantener la rentabilidad.
La mejor métrica para estimar la rentabilidad es el margen neto, la relación entre el beneficio total y los ingresos. La estimación del índice de margen neto es crucial porque una simple cifra de ganancias en dólares es insuficiente para evaluar la salud financiera de la empresa. Una empresa puede mostrar una cifra de beneficio neto de varios cientos de millones de dólares, pero si esa cifra en dólares representa un margen neto de solo el 1% o menos, incluso el menor aumento de los costes operativos o de la competencia en el mercado podría hacer que la empresa se hundiera. rojo. Un margen neto mayor, especialmente en comparación con sus pares de la industria, significa un mayor margen de seguridad financiera y también sugiere que una empresa está en una mejor posición financiera para comprometer capital para el crecimiento y la expansión.
La línea de base
Ninguna métrica puede identificar la salud financiera y operativa general de una empresa. La liquidez le informará sobre la capacidad de una empresa para obtener parches difíciles a corto plazo y la solvencia le informará sobre la facilidad con la que puede cubrir deudas y obligaciones a largo plazo. La eficiencia y la rentabilidad dicen algo sobre su capacidad para convertir los insumos en flujos de efectivo e ingresos netos. Sin embargo, en conjunto, todos estos factores son esenciales para obtener una visión completa y holística de la estabilidad de una empresa.