Se han examinado y analizado diferentes modelos de gobierno corporativo a medida que la globalización se afianza en los mercados mundiales. También es cada vez más claro que los entornos y estructuras corporativos pueden cambiar de manera sustancial, incluso cuando los objetivos comerciales son generalmente universales. Hay tres modelos dominantes en las corporaciones contemporáneas: el modelo anglo-estadounidense, el modelo alemán y el modelo japonés.
En cualquier caso, las diferencias entre estos sistemas se pueden ver en su enfoque. El modelo anglo-estadounidense se centra en el mercado de valores, mientras que los otros dos se centran en los mercados bancario y crediticio. El modelo japonés es el más concentrado e inflexible, mientras que el modelo anglo-estadounidense es el más disperso y flexible.
El modelo anglo-estadounidense
Las asociaciones empresariales más individualizadas de Gran Bretaña y Estados Unidos adoptaron el modelo anglosajón, también conocido como modelo anglosajón. Este modelo presenta al directorio y a los accionistas como los partidos de gobierno. Los gerentes y directores ejecutivos, en última instancia, tienen una autoridad secundaria.
Los gerentes derivan su autoridad de la junta, que es (en teoría) con la aprobación de los accionistas con derecho a voto; sin embargo, la mayoría de las empresas con sistemas de gobierno corporativo anglo-estadounidenses tienen controles legislativos que permiten a los accionistas hacer valer el control práctico diario de la empresa. La estructura de capital y accionista está muy dispersa en los mercados anglo-estadounidenses. Además, las autoridades reguladoras, como la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), apoyan explícitamente a los accionistas de la junta o los administradores.
Modelo alemana
Dos grupos hacen el modelo alemán, a veces llamado modelo continental o modelo europeo. El consejo de supervisión y la junta ejecutiva.
La junta ejecutiva está a cargo de la gestión corporativa; el consejo de supervisión gobierna la junta ejecutiva. El consejo de supervisión es seleccionado por empleados y accionistas. El gobierno y el modelo nacional son fuertes influencias en el modelo continental, y la responsabilidad de la corporación presta gran atención a mejorar los objetivos del gobierno y mejorar la sociedad. Los bancos suelen desempeñar un papel importante en las finanzas y en la toma de decisiones comerciales.
Modelo japonesa
El esquema de los tres es el modelo japonés. Los patrones de gobierno están conformados por dos relaciones legales clave: una entre accionistas, clientes, proveedores, acreedores y sindicatos de empleados; el otro entre administradores, gerentes y accionistas.
Existe un sentido de responsabilidad y equilibrio para el modelo japonés. La palabra japonesa para este equilibrio es «keiretsu», que se traduce aproximadamente como lealtad entre proveedores y clientes. En la práctica, este equilibrio adopta la forma de una postura defensiva y una falta de confianza en las nuevas relaciones comerciales a favor de las antiguas.
Los reguladores japoneses desempeñan un papel importante en las políticas corporativas, a menudo porque los funcionarios japoneses están incluidos en las partes interesadas corporativas clave. Los bancos centrales y el Ministerio de Finanzas de Japón revisan las relaciones entre diferentes grupos y tienen control implícito sobre las negociaciones.
Dada la interrelación y concentración de poder entre muchas corporaciones y bancos japoneses, tampoco es sorprendente que el modelo japonés carezca de transparencia corporativa. Los inversores individuales se consideran menos importantes que las entidades comerciales, el gobierno y los grupos sindicales.
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