Una buena política de responsabilidad social empresarial debe tener objetivos claros y generar resultados medibles en la sociedad. Para lograrlo, la política debe reflejar qué es el negocio y qué hace. Esto refuerza el objetivo comercial de la empresa y sus competencias centrales. La política de responsabilidad social corporativa debe incluir una estrategia clara para el cambio comunitario. No debería requerir un evento puntual sino esfuerzos que cambien gradualmente a la sociedad a través del impacto positivo de la empresa.
La política debe centrarse en identificar algunas necesidades que la empresa puede abordar adecuadamente. La mayoría de las empresas que intentan abordar múltiples desafíos sociales no logran avances significativos en la resolución de problemas sociales.
Todas las partes interesadas deben desarrollar y considerar políticas de responsabilidad social empresarial. Los empleados, accionistas y clientes deben comprender qué se propone hacer la empresa y cuál es el resultado esperado. Cuando la empresa articula sus objetivos, dichos programas pueden obtener el apoyo tanto del personal como del público, aumentando las posibilidades de éxito. Por lo tanto, todos los grupos de partes interesadas deben recibir información detallada sobre la política.
Una buena política de responsabilidad social corporativa identifica socios calificados para el programa propuesto. Es vital asociarse con expertos en un tema social específico que la empresa está abordando. Esto proporciona un beneficio de experiencia a la iniciativa y respalda la credibilidad de la política.
La política debe proporcionar herramientas para medir el éxito de cualquier programa que inicie. Además, debe establecer cronogramas según los cuales se cumplan ciertos hitos del programa. Esto permite una mejor asignación de capital en apoyo de los objetivos políticos y los informes de progreso precisos.