¿Qué es la natación limpia?
Una flotación neta, también conocida como tipo de cambio puro, ocurre cuando el valor de una moneda, o su tipo de cambio, se determina únicamente por la oferta y la demanda en el mercado. Un flotador limpio es lo opuesto a un flotador sucio, que ocurre cuando los precios del gobierno se ven afectados por las reglas o leyes del gobierno.
Cómo funciona la natación limpia
La mayoría de las monedas del mundo existen como parte de un régimen de tipo de cambio flotante. En este sistema, los valores de las monedas fluctúan en respuesta a los movimientos en los mercados de divisas. Puede que hayas notado que cuando viajas a la zona del euro, por ejemplo, la cantidad de euros que puedes cambiar por tus dólares varía de un viaje a otro. Esta variabilidad se debe a las fluctuaciones en los mercados de divisas. Las monedas flotantes contrastan con la moneda fija, que tiene una base de valor al valor actual de mercado del oro u otras materias primas. Las monedas flotantes también pueden flotar en relación con otra moneda o canasta de otras monedas. China fue el último país en utilizar la moneda fija y en 2005 la entregó a un sistema de moneda administrada.
Hay flotadores limpios donde el gobierno no se ve afectado en términos de cambio de moneda. Los flotadores limpios son el resultado del laissez-faire o la economía de mercado libre donde el gobierno impone pocas restricciones a compradores y vendedores.
Conclusiones clave
- Una flotación neta, en los sistemas monetarios, es cuando las fuerzas del mercado determinan un tipo de cambio de moneda única.
- La oferta y la demanda y elementos clave como los indicadores económicos del país y las perspectivas de crecimiento están impulsando las fluctuaciones del tipo de cambio.
- De hecho, es difícil mantener una flotación limpia durante mucho tiempo, ya que las fuerzas del mercado pueden provocar que la volatilidad y los movimientos monetarios inesperados sean perjudiciales para la actividad económica de una nación. En tales casos, el banco central puede intervenir en el mercado.
Límites de natación limpia
En un mundo perfecto, las flotas netas significan que el valor de las monedas se ajusta automáticamente, dejando a los países libres para perseguir objetivos monetarios internos como controlar la inflación o el desempleo. Sin embargo, una moneda flotante limpia puede ser susceptible a choques externos, como un aumento en el precio del petróleo, lo que dificulta a los países mantener un sistema flotante limpio. El cambio de moneda flotante real puede implicar cierta volatilidad e incertidumbre. Por ejemplo, los precios de las divisas pueden verse influenciados por fuerzas externas más allá del control del gobierno, como conflictos geopolíticos, desastres naturales o patrones climáticos cambiantes que afectan los cultivos y las exportaciones. Los gobiernos tenderán a intervenir para tomar el control de sus políticas monetarias, estabilizar sus mercados y limitar parte de esta incertidumbre.
Los movimientos a corto plazo en una moneda de tipo de cambio flotante reflejan especulaciones, rumores, desastres y la oferta y demanda diarias de la moneda. Si la oferta excede la demanda, esa moneda caerá, y si la demanda excede la oferta, esa moneda aumentará. Los bancos centrales pueden intervenir como resultado de movimientos extremos a corto plazo, incluso en un entorno de tasa flotante. Debido a esto, si bien la mayoría de las monedas globales se consideran flotantes, los bancos centrales y los gobiernos pueden dar un paso si la moneda de una nación se vuelve demasiado alta o demasiado baja.
Una moneda demasiado alta o demasiado baja podría afectar negativamente a la economía del país, afectando el comercio y la capacidad para pagar deudas. El gobierno o el banco central intentarán implementar medidas para convertir su moneda a un precio más favorable.
Es por eso que muchas de las monedas del mundo flotan hasta cierto punto y dependen de algún apoyo de su banco central correspondiente. Estas amplias monedas flotantes incluyen el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés y la libra esterlina.
La mayoría de los países intervienen de vez en cuando para influir en el precio de su moneda en un sistema de flotación administrada. Por ejemplo, un banco central puede permitir que su moneda flote entre los límites de precio superior e inferior. Si el precio se mueve más allá de estos límites, el banco central puede comprar o vender una gran cantidad de divisas en un intento por restaurar el precio. Canadá mantiene un sistema que se parece mucho a la moneda flotante real. El Banco Central de Canadá no ha cobrado el precio del dólar canadiense desde 1998. Estados Unidos solo afecta el precio de los dólares estadounidenses.
Tipos de cambio flotantes versus fijos
Los precios de las divisas se pueden determinar de dos formas: tipo variable o tipo fijo. Como se mencionó anteriormente, la tasa flotante generalmente la determina el mercado abierto a través de la oferta y la demanda. Por lo tanto, si la demanda de la moneda es alta, el valor aumentará. Si la demanda es baja, esto fomentará un precio de moneda más bajo.
El gobierno determina una tasa fija o fija a través de su banco central. La tasa se establece frente a otra moneda mundial importante (como el dólar estadounidense, el euro o el yen). Para mantener su tipo de cambio, el gobierno comprará y venderá su propia moneda frente a la moneda a la que se ha fijado. Algunos países que optan por vincular sus monedas a dólares estadounidenses son China y Arabia Saudita.
Se permitió que las monedas de la mayoría de las principales economías del mundo flotaran libremente después del colapso del sistema de Bretton Woods entre 1968 y 1973.