¿Qué es la ingeniería genética?
La ingeniería genética es la modificación artificial de la composición genética de un organismo. La ingeniería genética generalmente implica la transferencia de genes de un organismo a otro organismo de una especie diferente para dar las primeras características específicas. El organismo resultante se denomina organismo transgénico o modificado genéticamente, o OMG. Los ejemplos de tales organismos incluyen plantas resistentes a insectos y ciertas plantas resistentes a herbicidas.
Conclusiones clave
- La ingeniería genética se refiere a la manipulación del genoma de un organismo para lograr algún resultado.
- Los alimentos genéticamente modificados (GMF), CRISPR y la bioingeniería son ejemplos de la ingeniería genética que se utiliza en la actualidad.
- Los inversores que deseen beneficiarse de los avances en ingeniería genética pueden recurrir a determinadas empresas de genomas del sector de la biotecnología.
Comprensión de la ingeniería genética
La manipulación del genoma orgánico se remonta a la agricultura temprana con técnicas de reproducción selectiva. Este proceso, sin embargo, fue en gran parte de prueba y error y tomó mucho tiempo para lograr resultados. Las técnicas actuales utilizan la manipulación a escala molecular directamente del ADN o ARN de un organismo para lograr un resultado determinado. Gran parte de este trabajo lo realizan institutos de investigación académica, laboratorios patrocinados por el gobierno o empresas de biotecnología. Estas empresas, como CRISPR Cas9, están utilizando la ingeniería genética para crear nuevos fármacos, vacunas y terapias para tratar enfermedades o para tratar cánceres adaptados a la composición genética de pacientes individuales.
El uso genético de la ingeniería genética en animales de granja se ha utilizado de manera prominente, con fines de investigación, como garantizar que los pollos no puedan transmitir la gripe aviar a otras aves o que el ganado no pueda desarrollar los principios infecciosos que causan la enfermedad de las “vacas locas”.
El cultivo comercial de cultivos transgénicos como la soja, el maíz, la canola y el algodón comenzó a principios de la década de 1990 y ha crecido significativamente desde entonces. Se han plantado cultivos transgénicos genéticamente modificados o comercialmente en más de 191 millones de hectáreas en 26 países desarrollados y en desarrollo desde 2018, en comparación con menos de 2 millones de hectáreas en 1996.
Preocupaciones y controversias de ingeniería genética: OGM
Los temas de la ingeniería genética y los transgénicos han sido objeto de acalorados debates y, en algunos casos, una fuente de considerable controversia. Esta área ha creado un animado debate entre fanáticos y oponentes.
Los partidarios afirman que la ingeniería genética puede impulsar la productividad agrícola al aumentar el rendimiento de los cultivos y reducir las aplicaciones de pesticidas y fertilizantes. Las medidas de OGM pueden permitir cultivos que sean resistentes a enfermedades y tengan una vida útil más larga. Una mayor productividad aumentará los ingresos y ayudará a aliviar la pobreza en muchas naciones en desarrollo. Estos partidarios apuntan a la ingeniería genética como una forma de ayudar a resolver la hambruna en áreas donde los cultivos son escasos o donde puede ser difícil cultivar con métodos tradicionales. Los detectores enumeran varias preocupaciones relacionadas con los OGM, incluidas las reacciones alérgicas, la mutación genética, la resistencia a los antibióticos y el daño potencial al medio ambiente. Aquellos que están considerando la ingeniería genética también están preocupados por el increíble aspecto de la exploración científica que no se ha explorado antes.
Una gran cantidad de cultivos ya han sido modificados o manipulados genéticamente, como la canola, el algodón, el maíz, los melones, las papayas, las patatas, el arroz, la remolacha azucarera, los pimientos dulces, los tomates y el trigo. Algunas personas se oponen totalmente a la ingeniería genética, creyendo que la ciencia no debería interferir con el proceso natural de cómo se crean y evolucionan los organismos.
Debido a la incertidumbre sobre los posibles efectos adversos a largo plazo de estos cultivos transgénicos, existe un conflicto generalizado sobre los llamados «alimentos Franken». Sin embargo, un estudio realizado por la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina en 2016 no encontró un mayor nivel de riesgos asociados con los cultivos transgénicos en comparación con los cultivos tradicionales.