Los analistas utilizan varias métricas para determinar la rentabilidad o liquidez de una empresa. Las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) se utilizan a menudo como sinónimos de flujo de efectivo, pero en realidad difieren de manera importante.
Conclusiones clave
- Si bien anteriormente era una herramienta común para calcular el valor de mercado y la liquidez de una empresa, el EBITDA no le da al inversionista una imagen completa. Al utilizar el análisis de flujo de efectivo, un inversor puede estimar elementos como intereses de préstamos, ingresos por inversiones e impuestos, algo que el EBITDA no permite. Por lo tanto, el cálculo del EBITDA solo debe usarse para evaluar las perspectivas de una amplia gama de empresas, pero no es lo suficientemente sólido como para determinar la verdadera salud financiera.
Conceptos básicos de EBITDA
El EBITDA se hizo muy popular en la década de 1980 a medida que crecía la industria del apalancamiento de compras.Se ha utilizado para establecer la rentabilidad de una empresa en relación con empresas con modelos comerciales similares, así como una medida de la capacidad de una empresa para pagar la deuda. Debido a que esta métrica no está definida bajo los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP), el cálculo varía de una compañía a otra.
Sin embargo, la fórmula básica es la utilidad de operación, que es la utilidad neta menos los costos de operación y el costo de los bienes vendidos, después de la depreciación y amortización. Hay una segunda forma de calcularlo, y dado que son similares, depende del individuo elegir. El EBITDA tiene como objetivo establecer la cantidad de efectivo que una empresa puede generar antes de contabilizar cualquier activo o gasto adicional que no esté directamente relacionado con sus operaciones comerciales principales.
La fórmula para calcular el EBITDA
El EBITDA se puede calcular de dos formas diferentes. El primero es simple y solo requiere una simple adición. La primera fórmula es:
EBITDA
=
Beneficio Neto + Intereses + Impuestos + D + A.
dónde:
D = depreciación
A = Amortización
begin {align} & text {EBITDA} = text {Beneficio neto + Intereses + Impuestos + D + A} \ & textbf {donde:} \ & text {D = Depreciación} \ & text {A = Amortización} \ end {alineado}
EBITDA=Beneficio Neto + Intereses + Impuestos + D + A.dónde:D = depreciaciónA = Amortización
Como puede ver, es relativamente fácil. La segunda forma de calcular el EBITDA utiliza menos pasos y es la siguiente:
EBITDA
=
Ingresos operativos + DA
dónde:
DA = Depreciación y amortización
begin {alineado} & text {EBITDA} = text {Ingresos operativos + DA} \ & textbf {donde:} \ & text {DA = Depreciación y amortización} \ end {alineado}
EBITDA=Ingresos operativos + DAdónde:DA = Depreciación y amortización
El segundo método es muy popular si ya ha recibido las hojas contables, ya que los ingresos operativos ya se habrán calculado para usted. Cualquiera que sea el método que decida utilizar, parece que el EBITDA puede no ofrecer una imagen financiera completa para sus necesidades.
Flujo de fondos
Sin embargo, en realidad, la liquidez de una empresa tiene un gran impacto en cosas como los intereses de los préstamos, los ingresos por inversiones y los impuestos. La gestión prudente del efectivo implica todos los fondos que entran y salen del negocio durante un período determinado, por lo que el cálculo del flujo de efectivo es fundamentalmente diferente del cálculo del EBITDA.
Muchas empresas requieren grandes inversiones de capital para equipos pesados o instalaciones especializadas. Las instalaciones y el equipo se deprecian con el tiempo y requieren mantenimiento y reemplazo ocasionales. Estos tipos de gastos se incorporan al cálculo del flujo de caja pero no al EBITDA. Debido a que descuida muchos tipos de gastos, una empresa puede parecer más líquida de lo que es si echa un vistazo rápido al EBITDA. El flujo de caja es una métrica mucho más completa y proporciona una medida más confiable de la salud financiera de una empresa.