¿Qué es la moneda blanda?
Una moneda blanda es una moneda con un valor fluctuante, en su mayoría más bajo en comparación con otras monedas, porque hay menos demanda de esa moneda en los mercados de divisas. Esta falta de demanda puede deberse a una variedad de factores, pero a menudo a la incertidumbre política o económica del país.
¿Qué significa la moneda blanda?
Una moneda blanda es una moneda que lucha por mantener su valor en relación con otras monedas. Esto sucede porque los traders e inversores intentan mantener otras monedas más que la moneda blanda. Esta débil demanda es a menudo el resultado de la inestabilidad política o económica del país, lo que hace que el precio de la moneda sea más volátil. En tales condiciones, los operadores de cambio de divisas generalmente evitan la moneda y los operadores, incluso en un volumen bajo, pueden producir variaciones drásticas en el tipo de cambio de la moneda.
En los mercados financieros, los analistas y traders se referirán a la moneda blanda como «moneda débil». Las monedas de la mayoría de los países en desarrollo se consideran monedas blandas. Los gobiernos de los países en desarrollo a menudo establecen tipos de cambio irrealmente altos, arrastrando sus monedas a una moneda como el dólar estadounidense. Esta política crea un valor de cambio desfavorable para los inversores o traders y perjudica la demanda de la moneda.
No es sorprendente que las monedas blandas sean más volátiles debido a la naturaleza de lo que impulsa los movimientos, así como a la falta de liquidez que genera una menor demanda. Es poco probable que los bancos centrales mantengan divisas blandas como reservas de divisas, a diferencia del dólar estadounidense, el euro y el yen japonés, hecho que constituye los problemas de volatilidad.
Dos ejemplos de monedas blandas son el dólar zimbabuense y el bolívar venezolano. Ambos países experimentaron inestabilidad política. Sus gobiernos han iniciado políticas monetarias que han llevado a hipervínculos. Esto resultó en una fuerte devaluación de la moneda y la impresión de billetes de alta denominación. La tasa anual de crecimiento del producto interno (PIB) en Zimbabwe ha caído durante la mayoría de los años desde 2011, y la economía venezolana ha estado en recesión desde 2014. Esto hace que sea más difícil para estos países pagar sus deudas por préstamos que hayan obtenido de bancos, otros países o el Fondo Monetario Internacional (FMI).