Los economistas hacen suposiciones para comprender mejor el comportamiento de los consumidores y las empresas al tomar decisiones económicas. Existen varias teorías económicas para ayudar a explicar cómo funciona una economía y cómo maximizar el crecimiento, la riqueza y el empleo. Sin embargo, los temas básicos de muchas teorías se centran en las opciones, lo que significa lo que las empresas y los consumidores prefieren o prefieren evitar. Además, los supuestos generalmente se refieren a los recursos disponibles o no disponibles para satisfacer las necesidades y preferencias. La escasez o abundancia de recursos es importante para determinar las decisiones que toman los participantes en una economía.
Por qué los economistas necesitan suposiciones
En su ensayo de 1953 titulado «La metodología de la economía positiva», Milton Friedman explicó por qué los economistas deben hacer suposiciones a fin de proporcionar predicciones útiles. Friedman se dio cuenta de que la economía no podía utilizar el método científico con tanta claridad como la química o la física, pero aún así veía el método científico como base. Friedman dijo que los economistas deben confiar en «la experiencia incontrolada en lugar de la experimentación controlada».
El método científico requiere variables y pruebas remotas para probar la causalidad. Los economistas no pueden aislar variables individuales en el mundo real, por lo que hacen suposiciones para crear un modelo con cierta coherencia. Por supuesto, se pueden cometer errores, pero los economistas están a favor del método científico de corregir los errores siempre que sean lo suficientemente pequeños o tengan un impacto limitado.
Conclusiones clave
- Los economistas hacen suposiciones para comprender mejor el comportamiento de los consumidores y las empresas al tomar decisiones económicas.
- Algunos economistas asumen que las personas toman decisiones racionales al comprar o invertir en la economía.
- Por el contrario, los economistas del comportamiento asumen que las personas son emocionales y pueden distraerse, lo que influye en sus decisiones.
- Los críticos argumentan que las suposiciones en cualquier modelo económico son a menudo poco realistas y no las resisten en el mundo real.
Comprensión de los supuestos de los economistas
Cada teoría económica se compone de su propio conjunto de suposiciones para explicar cómo y por qué funciona una economía. Aquellos que prefieren la economía clásica asumen que la economía es autónoma y que los participantes satisfarán cualquier necesidad en una economía. Es decir, no es necesaria la intervención del gobierno. Las personas asignarán los recursos de manera adecuada y eficiente. Si se necesita una economía, una empresa comenzará a satisfacer esa necesidad creando un equilibrio. Los economistas clásicos asumen que las personas y las empresas estimulan la economía, crean crecimiento a través del gasto y la inversión.
Los economistas neoclásicos asumen que las personas toman decisiones racionales al comprar o invertir en la economía. Los precios están determinados por la oferta y la demanda, aunque los precios no están influenciados por fuerzas externas. Los consumidores se esfuerzan por maximizar los servicios públicos o sus necesidades y deseos. Maximizar la utilidad es un principio clave de la teoría de la elección racional, que se centra en cómo las personas logran sus objetivos al tomar decisiones racionales. Según la teoría, las personas elegirán, a la luz de la información que tengan, las opciones que brinden el mayor beneficio y minimicen las pérdidas.
Los economistas neoclásicos creen que el sesgo hacia las necesidades del consumidor estimula la producción económica y empresarial que resulta de satisfacer esas necesidades. Se cree que los desequilibrios de una economía se corrigen mediante la competencia, que restablece el equilibrio en los mercados mediante la asignación adecuada de recursos.
Críticos de los supuestos
La mayoría de los críticos argumentan que los supuestos en cualquier modelo económico son poco realistas y no los sostienen en el mundo real. En la economía clásica, la participación del gobierno no es necesaria. Entonces, por ejemplo, no se asignará dinero a los rescates bancarios durante la crisis financiera de 2008 ni a las medidas de estímulo en la Gran Recesión que siguió. Muchos economistas argumentaron que el mercado no estaba funcionando con eficacia y que si el gobierno no intervenía, más bancos y empresas quebrarían, lo que provocaría un mayor desempleo.
Algunos economistas critican el supuesto en la economía neoclásica de que los participantes se comportan racionalmente. Los críticos argumentan que existen numerosos factores que afectan tanto a los consumidores como a las empresas que pueden hacer que sus elecciones o decisiones sean irracionales. Las correcciones y burbujas del mercado, así como la desigualdad de ingresos, son el resultado de elecciones hechas por los participantes que algunos economistas llamarían irracionales.
Conducta economica
En los últimos años, el examen de la psicología de las elecciones y decisiones económicas se ha vuelto muy popular. El estudio de la economía del comportamiento supone que las decisiones a veces se toman de forma irracional e intenta explicar por qué se toman estas decisiones y su impacto en los modelos económicos. Los economistas del comportamiento asumen que las personas son emocionales y pueden distraerse y, por lo tanto, influyen en sus decisiones. Por ejemplo, si una persona quisiera bajar de peso, la persona estudiaría los alimentos saludables para comer y cambiaría su dieta (decisión racional). Sin embargo, cuando un restaurante ve el menú de postres, elige el bizcocho de chocolate. Los economistas del comportamiento creen que si bien las personas aspiran a tomar decisiones racionales, las fuerzas externas y las emociones pueden interponerse en el camino, lo que hace que las decisiones sean irracionales.